Calefacción con energía Solar - MUROS ACUMULADORES DE CALOR
El aprovechamiento del recurso solar para la calefacción de edificios se ha implementado con suceso desde épocas muy remotas. Tanto griegos como romanos avanzan en el aprovechamiento del recurso solar cuando la madera, la principal fuente energética de la época, comenzaba a escasear en las cercanías, tornándose muy cara y priorizándose para otros
usos (Butti y Perlin, 1985).
El sistema de muro acumulador de calor, también llamado muro trombe, es un sistema pasivo de calefacción para edificios, que aprovecha el recurso solar, aplicado por primera vez en 1964 por el ingeniero Felix Trombe y el arquitecto Jacques Michel.
El muro trombe se instala en una pared orientada al norte. El Muro consiste en una pared pintada de negro, delante de la que se encuentra un vidrio. El muro aprovecha la energía incidente transformándola en calor que es distribuido en forma de calor al interior del edificio.
Este muro se construye con materiales capaces de acumular calor bajo el efecto de masa térmica (piedra, hormigón, adobe o agua). Se puede diseñar, variando el espesor y seleccionando el material, para que la energía solar que recibe durante el día, ingrese a la vivienda durante la noche. De esta forma se calienta el ambiente cuando las personas están en la casa y cuando la temperatura es más baja.
El Ministerio de Industria, Energia y Minería firmó un convenio con la Facultad de Arquitectura para desarrollar el “Proyecto de evaluación de muros acumuladores de calor”. El objetivo general de este proyecto es evaluar el desempeño térmico y energético de un muro acumulador de calor. Esto se logra instalando equipos de medición que permiten estimar la energía entregada por el muro acumulador en invierno, y evaluar las condiciones de confort en invierno y verano en las viviendas con y sin el muro acumulador.
Se espera contar con resultados durante el segundo semestre del 2017.